23 nov 2010

Sobre el Papa, los preservativos y el SIDA

A través de Montse (que no sé por qué no lo ha posteado, al menos por ahora) me entero, por fin, de lo que realmente dice el Papa Benedicto XVI sobre el preservativo.

Seewald plantea si la Iglesia no debería admitir el uso del preservativo en situaciones en que hay un elevado riesgo de transmisión del virus; Benedicto XVI señala que ese podría ser el caso en el ámbito de la prostitución masculina:

“Puede haber justificación en casos singulares, por ejemplo, cuando un prostituto utiliza un preservativo, y ese puede ser el primer paso hacia una moralización, un primer acto de responsabilidad para desarrollar de nuevo la conciencia de que no todo está permitido y de que no se puede hacer todo lo que se quiere. Sin embargo, este no es el verdadero modo para vencer la infección del VIH. Es verdaderamente necesaria una humanización de la sexualidad”.

Seewald pregunta a continuación: “Está usted diciendo, entonces, que en realidad la Iglesia católica no se opone por principio al uso del preservativo”. El Papa contesta:

“Desde luego, la Iglesia no lo considera una solución auténtica o ética, pero en algún caso, puede haber sin embargo, en la intención de reducir el riesgo de infección, un primer paso en un camino hacia otra manera, más humana, de vivir la sexualidad”.

[Negrillas mías]

O sea, que no hemos cambiado nada.

Sobre la eficacia del preservativo como protección contra la transmisión del VIH, es conveniente saber que es del 80% según lo demuestran los estudios publicados en 2007 por la Fundación Cochrane Collaboration.

La Fundación Cochrane Collaboration publicó el año 2007 un estudio realizado el 2001 titulado Efectividad del preservativo en la reproducción de la transmisión del VIH en heterosexuales. En él se demuestra que el preservativo tiene una efectividad del 80% en las relaciones entre heterosexuales en relación a la reducción de la transmisión del sida. Es decir, de cada cinco, un preservativo falla. La Fundación Cochrane Collaboration es una red internacional independiente y sin ánimo de lucro que se dedica a evaluar y discriminar de entre la gran cantidad de estudios del ámbito de la salud los que están bien realizados y cuáles no merecen crédito. El organismo tiene una base de datos donde se permite conocer su opinión sobre miles de trabajos recogiendo las referencias de más de 270.000 ensayos clínicos.


Esto me sugiere una pregunta:
¿Alguien en su sano juicio recomendaría como un medio de transporte eficaz y seguro para cruzar, pongamos, el Atlántico una compañía aérea cuyos aviones se estrellasen por el camino en un 20%?

Yo, desde luego, no me subiría a un avión de esa compañía por nada del mundo.

Pues eso es lo que hacen, ni más ni menos, los que abogan por repartir preservativos para prevenir el SIDA.

1 comentario:

Hilda dijo...

Es precisamente lo que tú mencionas entre otras tantas cosas que la Iglesia sabiamente sigue considerando que no es el verdadero modo para vencer la infección del VIH.

Y mientras no busquemos solucionar el problema en la causa, que es un pésimo ejercicio de la sexualidad y la perversión de este, jamás acabaremos con ninguna epidemia, embarazos no deseados, etc. etc. etc.

Y yo tampoco me subiría ese avión, pero los que lo promocionan lo hacen porque como en todo, hay intereses económicos de por medio.
Mientras unos cuantos ganen dinero, los demás pueden morirse.

Saludos. Hilda