Me ha llamado mucho la atención esta columna de Pedro González-Trevijano en la que se apunta que la conversión de Blair tiene puntos comunes con la de San Pablo.
LA AUDIENCIA del pasado fin de semana entre el Premier Tony Blair y el Papa Benedicto XVI me ha traído a la memoria, ¡qué quieren que les diga!, la conversión al cristianismo del mismísimo apóstol San Pablo. Por todos es conocido el pasaje de los Hechos de los Apóstoles que narra la conversión Pablo de Tarso, camino de Damasco, a donde se dirigía para poner fin -sin importarle la dureza de los medios- a las nuevas comunidades cristianas aparecidas en la ciudad.
Pues a ver si es cierto y con el tiempo oímos hablar de Blair pero como propagador de la doctrina y la forma de vida católica y no como ex-Primer Ministro británico. No me nieguen que sería un gran ejemplo para una sociedad como la que hoy puebla toda Europa.
4 comentarios:
Me alegro, pero me pregunto por qué no lo ha hecho antes. ¿Es incompatiblie con su antiguo cargo? Algo de eso he oído pero no estoy seguro.
Pues no lo sé, Zapataplús, pero en un país con una religión oficial no parece muy extraño que el Primer Ministro tenga que ser de esa religión por narices.
de Saulo a Paulo... en otras palabras...
un saludo grande Inte y espero que estés bien ya.
me alegro por Blair,es mejor tarde que nunca...y por supuesto , ungrn ejemplo cn el q reflexionar
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