Hace unos días asistí a una charla sobre redes sociales que daba un profesional de los medios de comunicación. Trataba de las cosas magníficas y los peligros que tienen las redes sociales. Y como tengo un hijo preadolescente cuyos compañeros tienen, en gran número, perfiles creados en tuenti o en facebook, decidí que debería enterarme un poco más de cómo funciona ese asunto que nunca me pareció muy interesante.
Unos días después recibí, de casualidad, una invitación de un amigo bloguero para hacerme un perfil en facebook, así que allá fui, de cabeza, y me cree el perfil.
Entonces pensé que podría buscar algunos amigos con los que hace siglos que perdí el contacto. Buscando encontré a una chica de la que no sabía nada desde hace aproximadamente 20 años. Es una chica que tiene varias hermanas y, con ella y una de esas hermanas, yo había tenido mucha relación porque éramos de la misma pandilla en el sitio en que veraneábamos.
Le di noticias mías, le pedí noticias suyas y le pregunté por su hermana. Anoche vi su respuesta y me quede tan petrificado y desencajado que no fui capaz de responderle hasta esta mañana. Me contaba que su hermana había fallecido hace 4 años consumida por un cáncer. Las dos son de las personas más alegres y con ganas de vivir que he conocido en mi vida, así que una noticia como esta no es nada fácil de encajar.
Hace ya un poco que pasé de los 40 y siempre he tendido a pensar, de manera inconsciente, que la gente de mi edad no se enfrentará a la muerte, al menos, hasta que se acerque a los 80. Pero la vida se ha encargado, en los últimos años, de recordarme que las enfermedades y los accidentes existen y que la muerte es parte de la vida, tanto en la vejez como en la juventud.
A veces tengo la sensación de que esas enfermedades en gente joven le “caen” siempre a la gente más vital. Como si tuviesen algo que ver con que esa gente haya “consumido” su vida a base de vivirla y disfrutarla, a base de contagiar vida y hacer disfrutar a los que les rodean. Sé que es un absurdo pero a veces lo parece.
Realmente creo, o más buen estoy seguro, que no lo asumiría si no tuviese la convicción de que hay una vida después de la muerte y que esa gente, que se ha pasado la vida haciendo felices a otros, estará con toda seguridad en el Cielo.
Espero que esto sólo sea un pequeño golpe y que el resto de mi experiencia en las redes sociales sea algo más agradable.
Por cierto, si no estáis muy ocupados podríais rezar un Padrenuestro por ella, y si no sois creyentes, rezadlo igual que el vuestro “puntúa doble”.
Unos días después recibí, de casualidad, una invitación de un amigo bloguero para hacerme un perfil en facebook, así que allá fui, de cabeza, y me cree el perfil.
Entonces pensé que podría buscar algunos amigos con los que hace siglos que perdí el contacto. Buscando encontré a una chica de la que no sabía nada desde hace aproximadamente 20 años. Es una chica que tiene varias hermanas y, con ella y una de esas hermanas, yo había tenido mucha relación porque éramos de la misma pandilla en el sitio en que veraneábamos.
Le di noticias mías, le pedí noticias suyas y le pregunté por su hermana. Anoche vi su respuesta y me quede tan petrificado y desencajado que no fui capaz de responderle hasta esta mañana. Me contaba que su hermana había fallecido hace 4 años consumida por un cáncer. Las dos son de las personas más alegres y con ganas de vivir que he conocido en mi vida, así que una noticia como esta no es nada fácil de encajar.
Hace ya un poco que pasé de los 40 y siempre he tendido a pensar, de manera inconsciente, que la gente de mi edad no se enfrentará a la muerte, al menos, hasta que se acerque a los 80. Pero la vida se ha encargado, en los últimos años, de recordarme que las enfermedades y los accidentes existen y que la muerte es parte de la vida, tanto en la vejez como en la juventud.
A veces tengo la sensación de que esas enfermedades en gente joven le “caen” siempre a la gente más vital. Como si tuviesen algo que ver con que esa gente haya “consumido” su vida a base de vivirla y disfrutarla, a base de contagiar vida y hacer disfrutar a los que les rodean. Sé que es un absurdo pero a veces lo parece.
Realmente creo, o más buen estoy seguro, que no lo asumiría si no tuviese la convicción de que hay una vida después de la muerte y que esa gente, que se ha pasado la vida haciendo felices a otros, estará con toda seguridad en el Cielo.
Espero que esto sólo sea un pequeño golpe y que el resto de mi experiencia en las redes sociales sea algo más agradable.
Por cierto, si no estáis muy ocupados podríais rezar un Padrenuestro por ella, y si no sois creyentes, rezadlo igual que el vuestro “puntúa doble”.
2 comentarios:
Ya esta hecho
Que el Señor la haya acogido en su seno.
Es difícil pedir noticias de las amistades y saber que ya no están en ese plano terrenal.
A mí me pasó en dos ocasiones con dos amigas diferentes, llamé a sus casas para felicitarlas por navidad y resulta que tenían meses de fallecidas. Trauma recibir ese tipo de noticias.
Yo también estoy en facebook aunque todavía no le tengo confianza. Uso pseudónimo por tanto. Si te interesa agregarme dime y por mail te mando el correo electrónico que uso ahí para que me puedas agregar. Si no, no hay problema.
Saluditos. Hilda
Publicar un comentario