Por fin alguien demuestra que tiene verdaderas intenciones de salir de la crisis y utiliza la cabeza.
Por fin alguien se da cuenta de que por mucho que se reduzcan los gastos, si no hay ingresos no sirve de nada. Y la única manera de aumentar los ingresos es que la economía empiece a funcionar.
El gobierno de Hungría pone en marcha una serie de medidas encaminadas a reactivar su maltrecha economía, y no se dedica a dar “tijeretazos” sin el más mínimo sentido.
La reducción de impuestos a las pequeñas empresas, que son los verdaderos creadores de riqueza y de empleo, es la base de cualquier sistema económico que tenga intenciones de funcionar y de perdurar.
La reducción de la carga fiscal a los ciudadanos es la única manera de que la gente tenga dinero en la mano para gastar y así poner en marcha la maquinaria económica.
Finalmente, esas enormes empresas que han sido en culpables de una buena parte de esta crisis, y que además no sufrirán si la economía empieza a funcionar porque son los encargados de guardar el dinero de la gente y de gestionar los movimientos de capital, los bancos, son los que van a ingresar en las arcas públicas buena parte de lo que no se ingresará por otros medios. Justo lo contrario que se hace en España.
Esperemos que esto abra una senda que sigan otros y a ver si remontamos de una vez. Aunque no tengo esperanzas de que nuestro gobierno socialista tome nota y estoy seguro de que aún nos queda mucho, mucho por sufrir.
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