El periodista Luis Herrero es el que mejor me cae de los que trabajan en la nueva emisora esRadio. A decir verdad es el único que realmente me cae bien, porque Losantos me da exactamente igual, a veces pienso que tiene razón, otras que no la tiene, y le escucho poco, y Vidal me cae muy, pero que muy gordo (y no es una gracieta sobre su físico, que el mío le va a la zaga) porque el que mucho abarca poco aprieta, y este señor habla como experto en todos los temas y cada vez que habla de algo de lo que uno sabe, se da uno cuenta de que no tiene ni puñetera idea, pero habla convencidísimo y queda la mar de bien. El resto de la tropa es de relleno.
Pues el otro día, Luis Herrero fue al “debate” (por llamarle algo) del programa La Noria. El primer error, a mi modo de entender, es haber participado en un programa que es pura bazofia, aunque en lugar de ir como tertuliano fuese en calidad de invitado para homenajearlo. En un programa de telemierda no se participa bajo ningún concepto.
Y cuando ya me decepcionó terriblemente fue al enterarme de que se había sentado a debatir con Antonia Iglesias y con Enrique Sopena. Según cuentan en LD, parece ser que hizo alguna acertada alusión al estado mental de Sopena y a la calidad de verdulera de la Iglesias (y discúlpenme las verduleras, todos sabemos a qué me refiero).
Pese a esos acertadísimos comentarios y pese a que no dudo lo más mínimo de la calidad de los argumentos aportados por el señor Herrero en dicho programa, el error es mayúsculo. Vamos a ver: a mí no se me ocurre, ni por confusión, debatir sobre economía o sobre política con un niño de 5 años, porque no tiene conocimientos ni capacidad para entender lo que le pueda decir. Si discuto con él será sobre Los Gormiti. Pues bien, con Sopena y con Iglesias no se puede discutir ni sobre Los Gormiti, porque no tienen más de un par de neuronas funcionales, o al menos eso es lo que muestran cada vez que hablan o escriben.
Si en algún momento de mi vida me ofreciesen la posibilidad de sentarme con esos dos a debatir en una mesa, declinaría amablemente la oferta, y si me insisten les preguntaría si me quieren insultar, porque el que me vean sentado a la misma mesa que ellos puede hacer que, con toda lógica, los espectadores me sitúen en el mismo nivelón intelectual, y por eso es un insulto muy serio. Creo que tendría que pasar por unos apuros económicos muy grandes para aceptar tal invitación, y dudo enormemente que el señor Herrero sufra tales apuros económicos.
En resumidas cuentas, D. Luis ha cometido un terrible error apareciendo en ese engendro telemiérdico y me ha decepcionado mucho.
Pues el otro día, Luis Herrero fue al “debate” (por llamarle algo) del programa La Noria. El primer error, a mi modo de entender, es haber participado en un programa que es pura bazofia, aunque en lugar de ir como tertuliano fuese en calidad de invitado para homenajearlo. En un programa de telemierda no se participa bajo ningún concepto.
Y cuando ya me decepcionó terriblemente fue al enterarme de que se había sentado a debatir con Antonia Iglesias y con Enrique Sopena. Según cuentan en LD, parece ser que hizo alguna acertada alusión al estado mental de Sopena y a la calidad de verdulera de la Iglesias (y discúlpenme las verduleras, todos sabemos a qué me refiero).
Pese a esos acertadísimos comentarios y pese a que no dudo lo más mínimo de la calidad de los argumentos aportados por el señor Herrero en dicho programa, el error es mayúsculo. Vamos a ver: a mí no se me ocurre, ni por confusión, debatir sobre economía o sobre política con un niño de 5 años, porque no tiene conocimientos ni capacidad para entender lo que le pueda decir. Si discuto con él será sobre Los Gormiti. Pues bien, con Sopena y con Iglesias no se puede discutir ni sobre Los Gormiti, porque no tienen más de un par de neuronas funcionales, o al menos eso es lo que muestran cada vez que hablan o escriben.
Si en algún momento de mi vida me ofreciesen la posibilidad de sentarme con esos dos a debatir en una mesa, declinaría amablemente la oferta, y si me insisten les preguntaría si me quieren insultar, porque el que me vean sentado a la misma mesa que ellos puede hacer que, con toda lógica, los espectadores me sitúen en el mismo nivelón intelectual, y por eso es un insulto muy serio. Creo que tendría que pasar por unos apuros económicos muy grandes para aceptar tal invitación, y dudo enormemente que el señor Herrero sufra tales apuros económicos.
En resumidas cuentas, D. Luis ha cometido un terrible error apareciendo en ese engendro telemiérdico y me ha decepcionado mucho.
5 comentarios:
Hola Interruptor: Eres contundente, me gusta esa forma divertida de llamar al pan, pan y a la basura, telemierda. D.Luis está ligeramente descentrado y se nota en el exterior, duros sufragios y naufragios.
Es que, como dijo alguien (no recuerdo quien), la basura es, en su mayor parte, reciclable, mientras que la mierda es sólo desperdicio. El citado programa es, entonces, un claro ejemplo de telemierda.
Hará un par de semanas, mi santa estaba zapeando y se paró en La Noria. No recuerdo la excusa para gritar que tenían ese día.
En apenas unos minutos, mi mujer se empezaba a encender, a cabrear, a indignar... y viéndome totalmente impasible mientras ojeaba el periódico, me iba diciendo "pero ¿se puede tener menos vergüenza? Mira lo que dice este $%#@&, qué asco de gente..."
Simplemente le dije que ya debería saber qué gente había ahí, y por tanto si se ponía al alcance de su miseria intelectual, merecido se lo tenía.
Pues si vas allí, con más razón. No se podrá quejar de que le han salpicado.
Mi mujer, algunas veces, se para en el programita de marras haciendo zapping. Ella se parte el culo de risa de lo imbéciles, ignorantes y aneuronales que son. Mientras tanto, yo me quedo dormido en mi sillón.
No esperar demasiado de nadie es la única forma de no sentirse defraudado.
(un cínico)
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