Ayer, los piquetes demostraron que son auténticamente informativos y pacíficos.
Informaron a muchos contenedores, a algunos les dieron tantos argumentos que quedaron fundidos. Informaron también a los neumáticos que se encontraron paseando por algunas calles y carreteras, y les informaron tan bien que “inflamaron” su ánimo. Informaron además a los cajeros automáticos y a muchos escaparates, tanto les informaron que hasta se pusieron colorados.
También, dos miembros del ayuntamiento socialista de Sevilla estaban en un piquete que informó al mobiliario de un mesón, tan bien informaron que los enseres del mesón en cuestión decidieron tirarse por el suelo e incluso descomponerse en trozos para no realizar sus cometidos laborales y unirse así a la huelga.
Pusieron especial empeño en informar a los autobuses de la EMT con tanto éxito que algunos de ellos impidieran a su conductor realizar su trabajo a base de colocarse pegatinas en sus propios cristales, e incluso algún cristal decidió deshacerse en añicos.
Lo increíble es que, con tantos argumentos consistentes, con tantas explicaciones que consiguieron convencer a tantas cosas, no consiguieran convencer a casi ninguna persona. ¡Qué raras somos las personas que no nos dejamos convencer por argumentos irrefutables!
Pues como sigamos así, van a tener que ponerse violentos para convencernos la próxima vez, pero no sé si serán capaces porque eso de la violencia no va con su naturaleza, y es que ellos son taaaaan pacíficos. Y a pesar de todo, la policía incordiándoles, pobrecillos.
Informaron a muchos contenedores, a algunos les dieron tantos argumentos que quedaron fundidos. Informaron también a los neumáticos que se encontraron paseando por algunas calles y carreteras, y les informaron tan bien que “inflamaron” su ánimo. Informaron además a los cajeros automáticos y a muchos escaparates, tanto les informaron que hasta se pusieron colorados.
También, dos miembros del ayuntamiento socialista de Sevilla estaban en un piquete que informó al mobiliario de un mesón, tan bien informaron que los enseres del mesón en cuestión decidieron tirarse por el suelo e incluso descomponerse en trozos para no realizar sus cometidos laborales y unirse así a la huelga.
Pusieron especial empeño en informar a los autobuses de la EMT con tanto éxito que algunos de ellos impidieran a su conductor realizar su trabajo a base de colocarse pegatinas en sus propios cristales, e incluso algún cristal decidió deshacerse en añicos.
Lo increíble es que, con tantos argumentos consistentes, con tantas explicaciones que consiguieron convencer a tantas cosas, no consiguieran convencer a casi ninguna persona. ¡Qué raras somos las personas que no nos dejamos convencer por argumentos irrefutables!
Pues como sigamos así, van a tener que ponerse violentos para convencernos la próxima vez, pero no sé si serán capaces porque eso de la violencia no va con su naturaleza, y es que ellos son taaaaan pacíficos. Y a pesar de todo, la policía incordiándoles, pobrecillos.