De nuevo vengo a denunciar, y digo denunciar porque ya empieza a ser de juzgado de guardia, las patadas que se le dan al idioma español en los medios de comunicación.
Algún día hablaré del periodismo deportivo que es el “no va más” de los ataques a nuestra noble lengua. Pero hoy no me voy a meter con ese tema.
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este artículo de LD, y téngase en cuenta que LD es de los medios que más cuida las formas e incluso tiene una sección dedicada a ello, denominada
La lengua viva, que está dirigida por Amando de Miguel, y aunque no estoy de acuerdo con él en algunas cosas, en general es bastante buena. Si esto ocurre en LD imaginaos lo que puede suceder en otros medios caracterizados por la despreocupación más absoluta en cuanto al uso del lenguaje.
La deflagración provocó "cuantiosos daños materiales" y dejó "totalmente arrasada" la inmobiliaria, "con innumerables desperfectos tanto en la fachada como en el interior".
Si esto lo hace una DEFLAGRACIÓN, no puedo ni imaginarme qué coño será la sustancia que ha deflagrado.
Vecinos de la zona explicaron que la detonación fue "bastante fuerte", ya que se pudo escuchar "a un kilómetro" de donde ocurrió.
Si esto fue la DETONACIÓN, supongo que la explosión principal la habrán oído en Nueva York.
Vamos a ver las definiciones que da el DRAE:
Deflagración: acción y efecto de deflagrar.
Deflagrar: Dicho de una sustancia: Arder súbitamente con llama y sin explosión.
Detonación: Explosión brusca capaz de iniciar la de un explosivo relativamente estable.
El ejemplo típico de deflagración es la forma de arder de la pólvora cuando no está comprimida en un cartucho, es decir, cuando no explota. Si dejamos en el suelo un reguero de pólvora y luego prendemos fuego a un extremo del reguero, vemos cómo deflagra hasta el final. No produce explosión, por tanto no es ruidoso ni es apenas destructivo, salvo que provoque un incendio, pero la destrucción la produciría el incendio y no la deflagración.
La detonación tampoco es demasiado destructiva ni se suele oír muy lejos, ya que normalmente se trata de una pequeñísima explosión o una chispa que provoca la explosión principal, la verdaderamente destructiva y sonora.
El gusto de los periodistas por rebuscar términos poco utilizados y usarlos de forma inadecuada dándoles un significado que nada o muy poco tiene que ver con la realidad es desesperante. Ya hablaré de alguno más.
Dependiendo del matiz que quieran darle, si no quieren abusar del término
explosión, pueden utilizar otras palabras como estallido, estampido, estruendo, estrépito.
¡Qué bien habrían quedado si hablasen de que “la explosión produjo muchos daños” y de que “el estampido se oyó a más de un kilómetro”!