No voy a hablar sobre las clínicas abortistas porque ya hiede el tema, pero no ahora con lo que está pasando, ya desde hace mucho.
Y no pensaba hablar sobre el aborto porque pienso que ya está todo dicho y redicho. Pero como he leído por ahí (exactamente en el
blog de Benita), no se trata de que esté todo dicho, sino de que hay que repetirlo hasta que se enteren, sin descansar en este empeño. Así que allá voy.
Este asunto habría que abarcarlo desde todos los lados, desde todos los puntos de vista, y al final se podrá ver cómo se llega siempre a lo mismo: el aborto es pernicioso.
Desde el punto de vista de la elaboración de las leyes, la actual ley que regula el aborto en España nació con esa idea, el aborto es algo pernicioso, además se consultó al Constitucional y éste dijo que el aborto no cumplía con la constitución, entonces se hizo un cambalache para conseguir meter con calzador tres supuestos que deberían definir casos “límite”. Se trataba de una especie de equilibrio inestable y forzado entre lo indeseable del aborto y lo indeseable de ciertos casos considerados “terribles”, que eran los casos de violación, malformación del feto y peligros para la salud de la madre. El problema aparece cuando el tercer supuesto se convierte en un coladero que tergiversa el sentido de esta ley y lleva a un aborto libre. La única solución para recuperar el sentido inicial de la ley sería eliminar el tercer supuesto y vigilar más estrictamente el cumplimiento de los otros dos supuestos.
Ahora bien, desde el punto de vista de la moral natural, también llegamos a un callejón sin salida. Yo he discutido de este tema con gente que tiene un cierto nivel cultural y nadie, repito nadie, absolutamente nadie es capaz de negarme que un nonato es una vida humana. En concreto he discutido con más de un médico sobre ello y están de acuerdo en que lo que identifica a un ser humano no es su aspecto ni nada parecido, en ese caso un lisiado no sería un ser humano. Lo que identifica a un ser humano es un código genético humano que además lo hace único. Por lo tanto, desde el momento de la concepción, desde que le óvulo es fecundado, existe un ser humano nuevo. Y es aquí donde llegamos al callejón. La cuestión se reduce entonces a si uno considera ético o no el matar a ese ser humano antes de su nacimiento. Hay quienes sostienen que un ser humano antes de nacer no tiene derecho a la vida y por tanto que el aborto es moralmente aceptable. A mí me parece que un ser humano es exactamente igual cinco minutos antes del expulsivo que cinco minutos después o 15 semanas antes, puesto que lo único que sucede es un cambio de ubicación. Es como si consideramos que dentro de mi habitación no tengo derechos pero si salgo por la puerta sí los tengo. ¡¡Absurdo del todo!!
Por otro lado hay quien se va a los plazos. Es decir, sostienen que si a un ser humano de pocas semanas de gestación lo dejas sin su madre se muere, por tanto es absolutamente dependiente de ella y por la libertad de esa madre se puede deshacer del hijo. Otra estupidez, porque el niño recién nacido también necesita de alguien que le cuide, y el anciano senil también, y el joven lisiado también. ¿Vamos a dejar de considerar un delito el matar a un hombre de 35 años porque en un accidente se ha quedado parapléjico? ¿Vamos a permitir el asesinato de una mujer de 28 años a la que se le ha amputado un miembro? Podemos hacerle la mitad del trabajo a los terroristas, si ellos no consiguen matar a sus víctimas y dejan lisiados con sus bombas, nosotros los matamos porque son dependientes. ¡Lamentable!
Si lo miramos desde otro punto de vista, desde los derechos de la madre, llegamos al mayor absurdo de la historia, vamos a defender los derechos del negrero o poseedor de esclavos frente a sus esclavos. Sí, sí, no digo ninguna tontería. Defendemos el derecho de quien tiene en sus manos la vida de otra persona frente a la persona cuya vida depende de él. ¿Acaso se vela en algún sitio por los derechos de una madre frente a su hijo de 2 meses? No. Lo que se defiende son los derechos del niño frente a las posibles agresiones por parte de otros.
Hay derechos que no existen más que en mentes deformadas e interesadas. No existen los derechos a la maternidad ni a la adopción de hijos. Existen los derechos de los niños a la vida y a ser adoptados por una familia que los cuide. Los derechos no son para proteger al fuerte y poderoso frente al débil o indefenso, sino al contrario, y otro planteamiento es nazismo puro y duro, es proteger a la “raza aria” frente a los pobres parias, es proteger a los adultos frente a los niños. Es un absurdo descomunal.
Y finalmente, respecto a la salud psíquica de las madres, por favor, que alguien publique un estudio serio sobre el tema, porque yo no encuentro ninguno bien hecho. Pero los estudios que conozco, todos apuntan a que la salud psíquica de la madre resulta muchísimo más perjudicada con un aborto que con el parto de un hijo no deseado. Así que de nuevo llegamos al mundo al revés.
Podemos plantear el debate sobre el aborto de muchas maneras y todas llegan a lo mismo: el aborto es pernicioso y defender lo contrario lleva inevitablemente al absurdo.
Lo he dejado aquí por no extenderme más, pero este tema se puede enfocar desde muchos otros puntos de vista y llegar a la misma conclusión, por ejemplo el daño que hace a la estructura social o cualquier otro. Si os parece, os animo a ponerlos en los comentarios.