15 jul 2010

Etiquetas

Cuando el “ser católico” o el “ser conservador” no es más que una etiqueta que alguien te ha colocado, a lo mejor sólo porque sea el PP quien te ha propuesto para un cargo, pasan cosas como esta: un magistrado supuestamente “conservador” y “católico” da el voto que hacía falta a los “progres” del Tribunal Constitucional para que no se paralice la ley Aído. Sin embargo vota en contra un supuesto progre que resulta ser católico, que no sé si es católico de etiqueta o de verdad, pero por lo pronto se opone al aborto y no como Bono ni como el juez “católico y conservador”.

Poner (o ponerse) etiquetas es absurdo. Además, al final, el etiquetado siempre acaba retratándose.

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