Llevo unos días escuchando por todos lados que Gallardón es un político inteligente y hábil. Lo he oído en la radio en repetidas ocasiones, en conversaciones, en la televisión... Pues yo no estoy de acuerdo con eso. Es más, creo que este tío no es más tonto porque no entrena.
Hay quien piensa que está inmerso en un juego de presiones políticas que le beneficiará personalmente, pero no se dan cuenta de que si el PP no sale beneficiado, él tampoco.
¿Por qué digo esto? Pues porque con sus imbecilidades está dando una imagen de división y enfrentamiento dentro del PP que es inexistente. Es inexistente porque en todo caso sería una división entre Gallardón y el resto del partido, lo cual es una estupidez, y además no hay tal enfrentamiento ya que en el partido se le han consentido todas y cada una de sus barbaridades e imbecilidades sin haberlo mandado para casa, que es donde debería estar desde hace tiempo, y todo por el estúpido hecho de que saca mayoría absoluta en el ayuntamiento, cosa que haría hasta el candidato más inútil de todo el PP si se enfrentase a las calamidades de candidatos que el PSOE ha presentado en la capital. Gallardón no atrae votos, es que los candidatos socialistas los ahuyentan.
Esa imagen de división que está dando el señor Gallardón sólo vale para perjudicar la imagen del partido ante los votantes indecisos que podrían hacer cambiar las tornas en las próximas elecciones.
Este es un momento muy delicado; no hay más alternativa real al gobierno socialista que un gobierno del PP. Nos aproximamos a unas elecciones generales en las que, por encima de las diferencias que podamos tener con Rajoy o Acebes (que algunos tenemos bastantes), sólo tenemos la posibilidad de votar al PP si queremos evitar que Zetapé siga dañando todas las instituciones españolas además de nuestra economía y nuestra sociedad, si queremos evitar que el relativismo moral (que ya ha destruido muchas sociedades a lo largo de la historia) se instale en nuestro país. Cualquier otro voto resultará inútil.
Gallardón, no sea usted imbécil y deje esa actitud destructiva hacia su partido, que le está usted haciendo el juego a Zetapé… aunque, pensándolo bien, a lo mejor eso es lo que pretende y sí que es realmente listo, porque eso lo está haciendo maravillosamente bien. Eso puede tener sentido ya que él mismo es un gran "apóstol" del relativismo moral. Con "amigos" así dentro de casa ¿quién necesita enemigos?
Hay quien piensa que está inmerso en un juego de presiones políticas que le beneficiará personalmente, pero no se dan cuenta de que si el PP no sale beneficiado, él tampoco.
¿Por qué digo esto? Pues porque con sus imbecilidades está dando una imagen de división y enfrentamiento dentro del PP que es inexistente. Es inexistente porque en todo caso sería una división entre Gallardón y el resto del partido, lo cual es una estupidez, y además no hay tal enfrentamiento ya que en el partido se le han consentido todas y cada una de sus barbaridades e imbecilidades sin haberlo mandado para casa, que es donde debería estar desde hace tiempo, y todo por el estúpido hecho de que saca mayoría absoluta en el ayuntamiento, cosa que haría hasta el candidato más inútil de todo el PP si se enfrentase a las calamidades de candidatos que el PSOE ha presentado en la capital. Gallardón no atrae votos, es que los candidatos socialistas los ahuyentan.
Esa imagen de división que está dando el señor Gallardón sólo vale para perjudicar la imagen del partido ante los votantes indecisos que podrían hacer cambiar las tornas en las próximas elecciones.
Este es un momento muy delicado; no hay más alternativa real al gobierno socialista que un gobierno del PP. Nos aproximamos a unas elecciones generales en las que, por encima de las diferencias que podamos tener con Rajoy o Acebes (que algunos tenemos bastantes), sólo tenemos la posibilidad de votar al PP si queremos evitar que Zetapé siga dañando todas las instituciones españolas además de nuestra economía y nuestra sociedad, si queremos evitar que el relativismo moral (que ya ha destruido muchas sociedades a lo largo de la historia) se instale en nuestro país. Cualquier otro voto resultará inútil.
Gallardón, no sea usted imbécil y deje esa actitud destructiva hacia su partido, que le está usted haciendo el juego a Zetapé… aunque, pensándolo bien, a lo mejor eso es lo que pretende y sí que es realmente listo, porque eso lo está haciendo maravillosamente bien. Eso puede tener sentido ya que él mismo es un gran "apóstol" del relativismo moral. Con "amigos" así dentro de casa ¿quién necesita enemigos?
4 comentarios:
Interruptor, me parece que de Gallardón es muy distinta la imagen que tenemos los del resto de España respecto a los madrileños. A mí me parece un tipo de reacciones nerviosas, emocionalmente inestable, políticamente correcto, progre y mediocre, con un discurso político inexistente, así como Zapatero pero sin acritud ni memoria histórica. Ellos sabrán.
Pues yo tengo familia en Madrid y no creas que hay mucha diferencia entre la imagen que ellos tienen de este elemento y la que tengo yo, salvo que ellos lo odian más que yo porque lo tienen que sufrir.
Yo creo que a Gallardón le importa un bledo el PP, lo que le importa ahora es hacerse con el control del partido, y si eso implica que Rajoy pierda las próximas elecciones, pues no tiene reparos en provocar la derrota popular.
No sé por qué no cogen y le echan de una vez.
Sí, me da la impresión de que a él sólo le importa él.
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